Tiempo...Cuánto es suficiente para la espera? Cuándo se desespera? Cuándo la espera desespera?
Tiempo...Aquél que se hace eterno, aquél que conduce al desvelo, aquél que la ansiedad juzga como inapropiado para el amor...ése amor que no necesita de un tiempo real sino de un tiempo que algunos suelen decir que "lo cura todo". Pero, ¿Cómo se cura el amor? ¿Cuándo se cierra una herida? ¿Cuándo sana el alma dolida?.
Tiempo...Parece como si fuera una palabra tan poderosa y a la vez un poder tan lejano de tener...ése poder que hace que la vida se transforme, que la persona madure, que las ideas se concilien, ¿y el amor?.
Tiempo...Para ése amor que queda en el recuerdo, que fue arrastrado a modo de regresión al recuerdo, donde la regresión implica tiempo, un retroceso, donde el recuerdo se hace pasado pero aún sigue siendo recuerdo latente, un amor en el pasado disfrazado de recuerdo en el presente, ¿y el futuro?...¿Cómo se conforma el futuro cuando carga sobre sí semejante recuerdo de amor?.
Tiempo...Ése que corre y parece no detenerse, ése que tiene vida propia y que se hace ambivalente cuando aparenta estar muerto, donde nada avanza...todo está quieto ante la mirada de quien padece la espera, donde al mismo tiempo todos pasan y nadie se detiene...¿Qué hacer cuando el que se detiene te invita a caminar?.
Tiempo...Pensar que vos como yo tenemos nuestros tiempos y el mismo tiempo nos tiene a nosotros. Somos como títeres que sólo se prestan a la función de la vida, que la vida maneja a su antojo y voluntad, que cuando finalice la función, con el tiempo, volveremos a la acción. ¿Tenemos vida propia o la vida, con el tiempo, se apropian de nosotros?.
Tiempo...Con el que logré tenerte y con el que conseguí perderte. Ése en el que te amé y en el que te lloré. Ése en el que viví el pleno amor y ése, en el que lo enterré vivo a causa del dolor. Ése amor por el que vivía y a su vez moría. ¿Porqué enterrarlo si aún vive? Si vive...Cómo matarlo?, ¿Cómo no sufrir más por él?...Por él persona y por él amor...
Tiempo...Quien se llevó todo y quien también trajo consigo todo. Esperar lo peor o anhelar que llegue lo mejor. Tiempo que te invade de esperanzas y a la vez te las quita dejandote desvalido, sin un poco de vida y con el alma inhibida, decidida a no ilusionarse nunca más con las idas y venidas del tiempo, más bien con ésa persona que, cómplice con el tiempo, irrumpe en nuestra vida y la derrumba sin importar a quién entierra debajo de esos escombros, sin importar cómo duele la muerte del alma...ésa muerte que también destruye a la propia persona en vida.
¿Cómo sigue la vida cuando por dentro hay muerte? ¿Qué es el cuerpo sin el alma? ¿Cómo se conoce la vida si no se conoce la muerte? ¿Porqué debe morir el alma dentro del cuerpo como si fuera una esclava, que funciona como fuente de vida y donde las ganancias se las lleva la apariencia externa?.
Tiempo...En el que busco respuestas...respuestas que traen más interrogantes, y así todo gira entorno a ésa búsqueda insaciable, que nunca tiene fin, donde me encuentro con un laberinto, y a cada paso una experiencia. Si la vida no fuera una búsqueda, encontraríamos la solución a todo tan fácil, que pronto terminaría. Búsqueda de amor, de sentidos, de olvidos, en fin...una experiencia eterna en la que hay que atenerse a todo...¿y quién sabe qué es todo? ¿quién sabe qué es nada?.
Tiempo...Maldito y preciado tiempo, pero tiempo al fin, de buenas cosechas y de malas rachas. Ése que maldigo vivir y el que gracias a Dios tengo. Ése que tiene pasado, presente y un futuro impreciso, que el mismo tiempo traerá de su mano...lejano y anhelado.
Yo no se si pido mucho,
